La importancia de las metodologías activas
Las metodologías docentes no
deben considerarse como excluyentes entre sí. Dentro de una misma asignatura podemos
hacer uso de diferentes metodologías, según los contenidos a tratar, el tipo
de alumnado, sus necesidades y otra serie de variables.
Pensemos que las
metodologías no son más que estrategias y
métodos para que el alumno aprenda de una manera integral, haciendo que las actividades, los recursos y la
evaluación sean consistentes con la programación didáctica prevista.
También quisiera decir que,
a veces, la diferencia entre metodología y actividad llega a ser sutil, como
ocurre cuando hacemos uso de un role
playing, o de un estudio de casos.
Existen muchos tipos de
metodologías docentes, desde la tradicional clase
magistral, donde el profesor se limita a llevar a cabo su exposición oral,
a otras que requieren la participación activa
del alumno, como el aula invertida, o
el trabajo cooperativo, por poner
algunos ejemplos.
Al hacer uso de las metodologías activas, el papel
protagonista lo lleva el propio alumno, siendo el profesor el facilitador de su
aprendizaje, guiándole en el proceso de enseñanza-aprendizaje y motivando sus
intereses y necesidades que, además de ser conceptuales,
también son procedimentales y actitudinales.
Si tenemos en cuenta los estudios
realizados por Edgar Dale (1946), sabemos que para el alumno la mejor forma de
aprender es haciendo cosas. Aprender haciendo conlleva la participación activa
del alumno, proponiéndole situaciones que motivan su aprendizaje, planteándole
aplicaciones prácticas y estableciendo metas que van más allá de las
calificaciones.
Cono
de aprendizaje (From Edgar Dale's Experience, 1946)
Como afirma Baepler (2014), el
aprendizaje no depende del número de horas que las posaderas de los alumnos
estén sobre los asientos de clase, sino más bien del tipo de actividades que
realicen sus cerebros. Y es que el alumno aprende mejor lo que él hace por sí mismo que lo que hacemos, o le contamos los docentes.
Además, hoy sabemos que las ganancias
de aprendizaje obtenidas con metodologías
activas doblan y hasta
triplican las obtenidas con metodologías de transmisión tradicionales.
Diversas investigaciones han demostrado que el uso de este tipo de metodologías
mejoran el rendimiento académico
de los alumnos universitarios de ingenierías, matemáticas y
disciplinas tecnológicas (Hake 1998, Knight & Wood 2005, Freeman 2014).
Algunas de las metodologías activas para utilizar en el aula
La base de este tipo de
metodologías es convertir el proceso de enseñanza-aprendizaje en actividades que
fomenten la participación activa de los alumnos, para que analicen datos, piensen
de forma crítica y utilicen sus
conocimientos para dar respuestas a lo planteado por el profesor.
Para ese fomento de la
participación activa, el abanico de posibilidades es muy amplio, destacando:
-
The flipped clasroom o aula invertida
-
Aprendizaje cooperativo
-
Aprendizaje basado en problemas o retos
-
Aprendizaje orientado a proyectos
-
Aprendizaje basado en servicio
-
Estudio de casos
-
Role playing o juego de roles
-
Gamificación
-
Portafolio
Trabajos citados
- Baepler,
Walker and Driessen (2014). It's not
about seat time: Blending, flipping, and efficiency in active learning
classrooms. Computers & Education 78, 227-236.
-
Dale (1946).Edgar Dale's Experience
- Freeman, S., Eddy, S. L., McDonough, M.,
Smith, M. K., Okoroafor, N., Jordt, H., & Wenderoth, M. P. (2014). Active
learning increases student performance in science, engineering, and
mathematics. Proceedings of the National Academy of Sciences, 111(23),
8410-8415.
-
Hake, R. R. (1998). Interactive-engagement
versus traditional methods: A six-thousand-student survey of mechanics test
data for introductory physics courses. American Journal of Physics, 66(1),
64-74.
-
Knight, J. K., & Wood, W. B. (2005).
Teaching more by lecturing less. Cell biology education, 4(4),
298-310.
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