La formación en materia de
comunicación es una necesidad imperiosa para el docente, pero esa necesidad no
se cubre en el campo de la comunicación no verbal. ¿Por qué descuidamos tanto
esta área o por qué no les prestamos la atención que se merece si es tan
importante?
La formación del profesorado
en este campo debería estar basada en la adquisición de contenidos teóricos y
también en la observación y reflexión de la propia práctica. Esta necesidad de
formación debería prolongarse durante todo el ejercicio de la profesión.
Dominar el comportamiento
no verbal para comunicarnos mejor.
Ya hemos dicho que Fernández Dols
entiende el estudio del comportamiento
no verbal como: "el estudio de mensajes vocales y no vocales que no
poseen un código explícito, invariable y constituido por unidades discretas, es
decir, un código lingüístico".
Esos mensajes no vocales pueden
incluir también gestos, expresiones o
comportamientos que se generan involuntariamente,
por lo que debemos ser cuidadosos y no causar alguna impresión errónea que nos pueda
perjudicar profesionalmente.
Así, cuando transmitimos un mensaje
debemos tener mucho cuidado con nuestro comportamiento no verbal, puesto que la
información que transmitimos por los distintos canales (palabras, voz y
lenguaje corporal) puede no ser congruente con el mensaje, y las
incongruencias pueden ser interpretadas
por los alumnos como intentos de engaño.
Conociendo los aspectos
fundamentales del comportamiento no verbal podríamos expresar nuestras ideas
con más fuerza, conseguir un posicionamiento positivo y crear un clima de
confianza que nos ayude a comunicarnos mejor.
Por todo
ello es muy importante formarnos en el campo del comportamiento y que tendamos los puentes correspondientes entre las distintas áreas de este campo.
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