En muchísimos textos, y en diferentes medios, los
términos comunicación no verbal, lenguaje no verbal y lenguaje corporal se
emplean indistintamente, dando a entender que son el mismo concepto. Bajo mi
punto de vista deberíamos ser más cautos a la hora de emplear unos u otros
términos. Vayamos por partes.
En ocasiones nos encontramos con
que se emplean los términos lenguaje
corporal y lenguaje no verbal para
referirse a lo mismo, pero a mi juicio es un error ya que el lenguaje no verbal
también incluiría toda aquella información que transmitimos por la voz,
mientras que el lenguaje corporal sería la parte referida a gestos, expresiones
faciales, posturas y demás formas de expresión a través del cuerpo.
En cuanto a los conceptos de comunicación no verbal y lenguaje no verbal su uso indistinto no es tan grave. Pero si la comunicación consiste en la transmisión de señales mediante un
código común al emisor y receptor, y el lenguaje
es un conjunto de señales que dan a
entender algo, el empleo de los conceptos anteriores debería hacerse en el
mismo sentido.
Muchos autores vienen a definir la comunicación no
verbal como el proceso de comunicación mediante el envío y recepción de
mensajes sin palabras, es decir, mediante indicios y signos que carecen de
sintaxis (sin estructura sintáctica). Pero en ocasiones se emiten, por ejemplo,
pequeños gestos sin la intención de comunicar o sin que puedan llegar a ser
descifrados por el receptor (ya sea por desconocimiento de su significado; ya
sea por no compartir el mismo código el emisor y el receptor; ya sea por ser
estos muy breves y difíciles de detectar in situ, como ocurre con los
microgestos). Sin embargo esos gestos también son de interés para nosotros, por
lo que convendría hablar más de comportamiento
no verbal, concepto que englobaría al de comunicación no verbal.
Hasta los años 80 en psicología se
ha aplicado el término comunicación no
verbal para referirse a ciertas conductas paralelas o alternativas al
comportamiento verbal y que cumplen la función de transmitir información, pero
a partir de esa década el término lenguaje
no verbal se va sustituyendo por una visión del comportamiento no verbal que evita entrar en polémicas sobre el
grado en que determinado objeto de estudio es comunicación no verbal o
simplemente conducta informativa no verbal.
Sobre la definición de
comportamiento no verbal tampoco hay unanimidad (Corrace, 1980; Ricci y
Cortesi, 1980, etc) siendo, bajo mi punto de vista, la más sencilla la ofrecida
por Fernández Dols (1994) al definirlo como cualquier acción que no sea
estrictamente verbal. Dols distingue entre lo
verbal, como un canal que transmite
mensajes regidos por un código lingüístico, y lo vocal como un canal cuyo soporte para la transmisión de mensajes
es la voz. Dols entiende el estudio del comportamiento
no verbal como: "el estudio de mensajes vocales y no vocales que no
poseen un código explícito, invariable y constituido por unidades discretas, es
decir, un código lingüístico".
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